Joan no era un loco de las matemáticas. Su padre, David, tampoco estaba fascinado con ellas. Joan era, de hecho, un niño que podía empezar a renquear con esta asignatura. Una suerte que su padre, en cuanto vio venir el posible peligro de que su hijo tuviera miedo a las matemáticas, puso remedio rápido. Y así fue cómo llegó a Smartick. Ahora, no se lo podían imaginar entonces, Joan es el niño que más sesiones seguidas de Smartick lleva en el mundo. Y tenemos alumnos en casi 100 países. Pero ninguno lo ha hecho a diario tantos días, sin fallar ni uno. 1.479 días seguidos puntual con su cita diaria con Smartick. 4 años y 19 días. Además, su ejemplo inspira a su hermana Mirella, que lo hace también todos los días pero desde hace menos tiempo.
¿Cómo conociste a Smartick?
Cuando estaba Joan en segundo de primaria. Queríamos reforzarle un poco en matemáticas y veíamos tutoriales en Youtube. Los de Smartick también.
¿Por qué os preocupaba especialmente las matemáticas?
Creo que hay asignaturas en el colegio que, si pierdes el hilo, lo puedes recuperar al año siguiente. Pero en matemáticas es más complicado. Es como aprender un lenguaje. Va todo entrelazado. Así que vimos que hacer Smartick era una manera de que no se descolgara con las matemáticas. Pensamos que en segundo había que conseguir que no hubiera ese desfase de conocimiento.
¿Cómo va ahora?
Pues su nota media es de notable. Otros podrán pensar que, para hacerlo todos los días, podría tener esas notas sin Smartick, pero yo estoy convencido de que su notable es por Smartick. En Valencia hacen una prueba externa en tercero y en sexto y sacó también notable. Entiendo que está aprendiendo bien con Smartick, son conocimientos sólidos.
¿No os echó para atrás que Smartick fuera algo online?
No, porque antes, cuando era más pequeño, ya habíamos probado con un método para que fuera aprendiendo a leer en valenciano. Y así llegué a los tutoriales y, en el verano de primero, decidí ya contratarlo. Como ya lo conocía por los tutoriales, contraté del tirón el año entero.
¿Cómo consigues que lo hagan todos los días?
Tienen que estar mentalizados. Hay veces que tienen días malos y otros buenos, pero se trata de que estén mentalizados de que se hace todos los días. Desde hace tiempo ya no ofrecen ninguna resistencia. Es un hábito. “Hay que hacerlo sí o sí, porque es bueno para las matemáticas”, les empecé diciendo.
¿Les dais alguna gratificación por hacerlo?
Alguna vez, con algún plan que teníamos pensado hacer. Les decimos que lo hacemos si llegan a tantos días seguidos o si sacan buenas notas. Pero la mayor motivación es cuando ven las notas y les digo “¿Veis como sirve, veis como vale hacer Smartick?”
¿Tienen una rutina?
Entre semana intento que lo hagan a mediodía. Llegan, comen y hacen Smartick. Los fines de semana preferimos hacerlo por la mañana porque así ya lo tienen hecho. Si nos vamos de viaje, nos llevamos el portátil porque a ellos les gusta hacerlo en el ordenador más que en la tablet. Si en algún sitio no hay wifi, le damos internet con el móvil. También corrigen siempre la sesión.
En general, hay padres que no entienden ese esfuerzo. Que bastante tienen con los deberes.
Claro que para ellos es un esfuerzo, es añadirle un extra de deberes de 15 o 20 minutos, pero es que la vida es esforzarse, yo lo entiendo así. Cuando consigues que sea una rutina, los niños ofrecen menos resistencia. Hemos conseguido que sea un hábito, que no haya que pelear como sí pasaría si fueran días sueltos, lo tienen asumido. El año pasado nos íbamos a casa de su tío Ismael y nos levantamos muy pronto, a las seis de la mañana, y lo querían hacer antes de salir de viaje, “así ya lo hemos hecho”. Imaginad cómo lo tienen de asumido. Ha habido días en cuatro años en los que ha estado malito, pero lo ha hecho, con un poco de fiebre. Ese día lo ha hecho peor, pero lo ha hecho.
¿Les gusta la lógica?
Pues a Joan no mucho y, sin embargo, a su hermana Mirella le encanta. A Joan le gusta una manera de funcionar más mecánica y por eso la lógica le cuesta más. A los dos les gusta mucho el coding. Llevan contabilizadas las sesiones y se enfadan si no les sale la sesión de coding cuando ellos creen que les debe salir.
¿Has leído mucho sobre educación? ¿Sobre qué hacer para que se responsabilicen?
No, nada. Creo que la vida son hábitos y los puedes coger o buenos o malos. En el caso de los niños, los padres estamos para introducir buenos hábitos. También los adultos funcionamos mejor con buenos hábitos, pero es más fácil cogerlos de pequeños.
¿Vuestra familia está especialmente relacionada con las matemáticas?
No, trabajo en producción de una fábrica de piezas para coches.
Y hablamos con Joan, claro. El campeón mundial de Smartick, podríamos decir. Apenas se acuerda de cuando comenzó a hacer Smartick hace cuatro años. Es su rutina. “Cuando llego del colegio, como y después hago Smartick”, nos explica. “Las matemáticas y Educación Física son mis asignaturas favoritas”. También le gusta el fútbol y practica Jiu Jitsu.
“Quiero ser profesor de primaria”, nos dice. Y nosotros encantados porque sabemos que, en educación, lo más importante es que haya magníficos profesores en primaria, que es cuando se ponen los cimientos de la enseñanza. “Mi tío es profesor”, dice sobre su referente para haber tomado esa decisión.
Será un buen profesor de primaria al que le encanten las matemáticas. No siempre pasa.
Para seguir aprendiendo:
- «Me recomendaron Smartick para mejorar la atención de mi hijo»
- «Smartick ayuda mucho a que les guste las matemáticas»
- «Comparado con Aloha y Kumon, Smartick, desde la tablet, me pareció perfecto»
- Mis hijos hacen Smartick porque quiero abrirles el máximo de puertas en el futuro
- “Smartick es más cómodo que clases con un profesor particular”
