Smartick Pruébalo gratis Abrir el Menú Móvil ¡Pruébalo gratis!
Acelera el aprendizaje de tus hijos
Smartick les ayuda a aprender de manera divertida

28Oct

El potencial, el efecto Pigmalión y Justus

Potencial. Nuestro potencial. Lo que podríamos ser y lo que somos. Es algo que no conviene perder de vista. Es una palabra manoseada, quizás. ¿Qué es el potencial cuando nos fijamos en esa palabra, más allá de verla en un lema publicitario como el nuestro? Potencial. Acepción cuarta del diccionario de la Real Academia Española: “Que puede suceder o existir, en contraposición de lo que existe”.

Potencial es una palabra que aparece mucho en las charlas de Mario Alonso Puig, muy recomendables. De hecho, una de las frases que se quedan es la que nos anima a desarrollar nuestro potencial y a no quedarnos solo con lo que estamos siendo capaces de hacer ahora.

Una de las razones por las que alguien puede ser incapaz de hacer todo de lo que en realidad podría es por el ambiente, por las etiquetas, por todos los prejuicios: “no soy muy de números”, “no soy nada creativo”. ¿Qué pasaría si pensáramos que cualquier niño puede tener buenos resultados académicos, puede ser capaz de estirar su cerebro como en una sesión de gimnasia? Muchos lo conseguirían.

En parte, esto está explicado en el “efecto Pigmalión” y en el experimento de Rosenthal y Jacobson quienes, en los años 60, en California, engañaron a un grupo de profesores haciéndoles creer que un grupo de niños a los que iban a dar clase tenían mejores coeficientes de inteligencia que sus compañeros. Al cabo de unos meses, estos niños sí lo hacían mejor que el resto. Los profesores habían creído en su potencial.

Sobre el potencial de cualquier niño es muy recomendable leer la historia de Justus Uwayesu, un niño ruandés que ahora es un estudiante en Harvard, al que ayudó una trabajadora social que lo vio en un vertedero cuando tenía nueve años.

Todos sabemos que los niños, a veces, no están muy receptivos al discurso de “aprecia qué suerte tienes” pero creo que no nos debemos dejar vencer por esas caras de aburrimiento. Es buen momento cuando están en el coche, con los cinturones de seguridad puestos. Ese instante en el que miras para atrás y sabes que no se pueden escapar.

potencial

Así empezaré la historia a mis hijos: Uwayesu se quedó huérfano de padre y madre en el terrible genocidio de Ruanda, aquella guerra civil a machetazos entre hutus y tutsis. Estuvo unos años con sus hermanos en una institución que, desbordada, no pudo atenderlos al cabo de un tiempo.

Volvió a su pueblo con su hermano. Había sequía. Días en los que no comían. Se fueron a la capital y acabaron en un vertedero, con cientos de huérfanos y piaras de cerdos, según el artículo. Dormían en un coche abandonado. No se bañó en año y medio.

Pero entonces, un domingo, la señora Effiong apareció por el vertedero. Acababa de descargar un contenedor de ayuda de una ONG de EEUU y cogió un taxi que le dejó allí, en las montañas de basura. Les ofreció llevarles a un sitio seguro. Sólo quiso Justus. Y le mandó a la escuela, donde el niño quería ir.

Entonces, Justus empezó a sacar buenas notas. Y no paró. Hizo el bachillerato de ciencias y, mientras, ayudó a poner en marcha el comedor para otros huérfanos y fue tutor de otros niños. Ahora está en Harvard. Becado.

Según el redactor, la historia de Uwayesu es “un ejemplo del potencial enterrado en los sitios con menos esperanza del mundo”.

Si un niño ruandés, sin padres, que llegó a pasar hambre en un vertedero, ha sido capaz de todo esto, ¿por qué no van a poder nuestros hijos, con padres, con comida, con casa? No dejes que malgaste su potencial. En Smartick es lo que queremos. Ponerle todos los días en el límite de lo que es capaz. Solo ellos y nuestro método.

Sin etiquetas, sin saber cómo va en clase, sin querer escuchar si se le dan bien o mal las matemáticas. No nos interesa. Solo queremos ayudar. Creemos, además, que contar estas historias a los niños ayuda. Aunque sea cuando estén sentados en el coche, con el cinturón puesto, sin escapatoria de estas charlas de padres.

Potencial. Lo que podríamos llegar a ser. En Smartick, además, pensamos en eso todos los días. Sin que nadie nos fastidie nuestros sueños.

Para seguir aprendiendo:

La diversión es la forma favorita de aprender de nuestro cerebro
Diane Ackerman
Smartick ayuda a tus hijos a aprender de manera divertida
  • 15 minutos diarios
  • Se adapta al nivel de cada niño
  • Millones de estudiantes desde 2009
Share on FacebookTweet about this on TwitterShare on LinkedIn
Berta González de Vega

Añade un nuevo comentario público en el blog:

Los comentarios que escribas aquí serán moderados y visibles para el resto de usuarios.
Para consultas privadas escribe a [email protected]

El e-mail se mantiene privado y no se mostrará publicamente.

He leído y acepto la política de privacidad y cookies

2 Comentarios

  • Yolanda 30 Oct 2014, 12:09

    me encantó, historia con moraleja. Se la comentaré a mi hijo…

    Responder