Es sólo una percepción personal porque, por lo general, la gente no me suele tomar por torpe pero sé que me cuesta disimular cuando llegamos a los planteamientos de lógica o que requieren hacer dos operaciones por anticipado, o sea, simplemente el ajedrez o el cuatro en raya, por no hablar del tres en raya en la playa, cuando baja la marea, armada con piedrecitas blancas o grises.
Yo soy de los que pienso que todo pudo empezar por no tener la cabeza bien estructurada para las matemáticas desde el principio. Es un consuelo. También me pasa con la estadística. Mi consuelo es que no estoy solo, porque cualquiera que domine un poco el asunto de la estadística se escandaliza de lo mal que se interpretan y explican los datos en los periódicos, por ejemplo. Como tantas cosas, por otra parte.
Uno de esos ejemplos que me hace sentir fatal lo explica el blog de La Ciencia de la mula Francis y el experimento de por qué nuestros amigos tienen más amigos que nosotros que, en fin, podemos ser más simpáticos, pero no somos poco sociables. O, el asunto más espinoso, de por qué nuestra primera novia tuvo más novios antes o viceversa. Está bien explicado, pero no me entero, debe de ser que es porque tengo muchos amigos y fui primero novio. O, quizás, debo de empezar a hacer Smartick y, así, puede que llegue a entender la estadística básica. Por cierto, en ese blog que enlazamos, muy entretenido, nos ponen unos videos sobre cómo hacer experimentos científicos caseros. Que la divulgación científica bien puede empezar en los cumpleaños en casa o en las sobremesas con amigos de los domingos. Así se comienza a cambiar un país. Y, sí, haced el experimento de difundir Smartick entre esos amigos que tienen más amigos que vosotros.
Para seguir aprendiendo:
- ¿Cómo saber que estás a la moda?
- El aparato que cuenta palabras para acabar con el fracaso escolar
- Estadística: ¿qué es y para qué sirve?
- “Smartick ha hecho a mis hijos más ágiles mentalmente”
- “Smartick es más cómodo que clases con un profesor particular”
Es también corredor maratoniano y bético de nacimiento. Sabe de esfuerzos y retos. Fue un niño sin televisión en casa, que aprendió alemán a marchas forzadas para entrar en el Colegio Alemán. Además, domina el holandés, inglés y francés. Es padre de Bárbara y Nicolás. No hay ni que escribirlo, pero sí: los dos hacen Smartick.
- En Smartick somos solidarios. Nuestras familias, también - 24/03/2020
- “No sabemos lo fuertes que somos hasta que la vida nos pone a prueba” - 09/03/2017
- Las matemáticas de Marte - 19/10/2015
Hola, me gusta mucho vuestro blog, y estoy usando Smartick bastante contento con mis hijos. Voy a hacer el experimento de difundir Smartick entre esos amigos que tienen más amigos que yo.
Un saludo.