Como cada tres años desde el 2000, en diciembre se ha publicado un nuevo informe PISA con el análisis de los datos recogidos el año anterior.
Los resultados siempre son difíciles de interpretar. Hay gran cantidad de variables que pueden influir en el rendimiento en matemáticas de los alumnos de 15 años de un país o una región en un determinado momento. Y es muy difícil atribuir la causalidad de la puntuación en PISA a uno o varios factores aislados.
A pesar de ello, algunos países como Finlandia o Singapur se han convertido en referencia en educación por sus resultados en el informe PISA (y otras pruebas internacionales). Se ha hablado también, desde 2015, del milagro portugués, uno de los países que más ha mejorado en sus resultados de forma sostenida desde el año 2000. Este año toca poner el foco sobre los países que más han mejorado en matemáticas (China, Turquía), sobre los que más han empeorado (Argentina, Georgia, Kazajistán), o sobre pequeñas variaciones (descenso) en la puntuación de países referentes como Finlandia.
Informe PISA 2018 para España
También PISA nos suministra información sobre España de cosas que sospechábamos o sabíamos, aportando matices de interés.
- En matemáticas, los resultados de los chicos son mejores que los de las chicas, aunque la brecha de género va reduciéndose en cada prueba (de 16 puntos en 2015 a siete puntos en 2018).
- Los alumnos inmigrantes tienen 40 puntos menos que los nativos, lo que apunta a factores socioeconómicos y culturales, que también aparecen reflejados indirectamente en los tonos más o menos oscuros de los colores de los mapas con resultados por comunidades autónomas.
- El porcentaje de repetidores ha bajado dos puntos en los tres últimos años, pero aún permanece cercano al 30% y es casi tres veces superior a la media de la OCDE. La repetición de curso se mantiene como uno de los problemas más importantes de nuestro sistema educativo.
Cada vez que se publica el informe PISA tengo la misma sensación. Los resultados, parafraseando al Benedetti del Hombre que mira a una muchacha, parecen un “dato del cual me faltan datos”.
Al mirar el estado de la Educación Matemática a través de la lente de los resultados de PISA, no sabes si la maraña de datos te ayuda a comprender la realidad de la enseñanza de las matemáticas o te dificulta esta comprensión. Los resultados de PISA producen una fotografía quizá necesaria, pero que parece algo alejada de la problemática del aula o, al menos, de las posibles estrategias para abordar el problema.
Y es que, aunque cada tres años vengan los resultados de PISA, hace tiempo que sabemos, por resultados de investigación en educación, cosas que hay que hacer para mejorar la educación matemática en España y que no hacemos.
Por ejemplo, sabemos por el estudio internacional TEDS-M que los futuros maestros tienen carencias en su conocimiento matemático relativo a contenidos de últimos cursos de educación primaria (tres años antes de pasar por PISA), como las fracciones, proporciones y porcentajes. También tienen lagunas importantes en su conocimiento didáctico de las matemáticas, como el conocimiento sobre los errores de los alumnos, el uso de representaciones gráficas o la reflexión sobre el contenido de las matemáticas escolares para su enseñanza.
Sabemos también (es uno de los resultados más sólidos de la investigación en Educación Matemática) que para enseñar matemáticas no basta con saber matemáticas, sino que es fundamental también tener un conocimiento didáctico sobre cómo enseñar matemáticas. No obstante, los resultados del TEDS-M no han tenido un traslado a los planes de estudio de magisterio (sí en la elaboración de pruebas de acceso al grado) y todavía hay formadores de maestros que siguen sosteniendo (de espaldas a la investigación) que para enseñar matemáticas solo hay que estudiar más matemáticas.
Se ha insistido mucho en que en España el currículo de matemáticas está muy sobrecargado de contenidos, y que este exceso imposibilita una profundización en los mismos. Otra realidad es que, mientras que PISA está orientado a la evaluación de la competencia matemática, y que este enfoque competencial ya viene recogido en los documentos curriculares de todas las comunidades autónomas, la realidad del aula y de muchos libros de texto, y métodos para enseñar matemáticas, aún está lejos de promover el desarrollo de la competencia matemática. Aún seguimos enfatizando excesivamente los procedimientos y los algoritmos, y demasiado poco la competencia matemática, el razonamiento y la resolución de problemas.
¿Cómo mejorar la competencia matemática en España?
Así que mi conclusión personal al profundizar en los resultados publicados de PISA 2018 es que, más allá del interés y el análisis que suscitan, detallados por numerosos medios de comunicación, se puede dar la paradoja de que para mejorar los resultados de PISA deberíamos mirar más allá (o más acá) de los propios resultados de PISA. Hacer cosas que sabemos por estudios precedentes que tendríamos que hacer y, en algunos casos, no estamos haciendo.
También creo que, por muy llamativos que puedan ser los titulares sobre los resultados de PISA, la mejora de la competencia matemática en un país, y de los resultados en el famoso examen, llegará como resultado de la mejora de los procesos de educación matemática en el día a día del aula.
Tengo gran confianza en iniciativas que han surgido en los últimos años para la mejora de la educación matemática. Entre ellas, quiero destacar desarrollos curriculares como el Método Singapur, inspirado por el currículo de dicho país, centrado en matemáticas importantes. También propuestas innovadoras que han sabido implicar al profesorado, como el Método ABN, cambiando la enseñanza del cálculo y enfatizando el uso de materiales manipulativos. Y sin olvidarme de alternativas que llegan de la mano de la tecnología y la inteligencia artificial, como el método online Smartick, que trata de aplicar resultados de investigación (como la práctica intercalada) a través de la incorporación de materiales manipulativos virtuales y tutoriales interactivos adaptados al nivel de cada niño.
Si bien los resultados de PISA conforman hoy la parte visible del iceberg del problema de la educación matemática en España, la responsabilidad nos llama a todos los agentes educativos a implicarnos en la consideración de la problemática en toda su profundidad.
Para seguir aprendiendo:
- Breve análisis sobre PISA y cómo mejorar la educación matemática
- Razones para el optimismo. O no.
- ¿Qué hacer tras los resultados de PISA?
- PISA para adultos: sólo podemos mirar al futuro
- ¿Hay que cambiar la forma de enseñar en los colegios?
Fundador de la revista Edma 0-6: Educación Matemática en la Infancia. Miembro de la SEIEM.
Entusiasmado por la Educación Matemática en los primeros años. Cambiar la Educación Matemática es posible.