Smartick en verano: No hay excusas

Hoy nos vamos a poner un poco antipáticos y, sí, nos vamos a anticipar a los cínicos que nos dirán: ya, claro, es vuestro negocio –sí, resulta que nos dedicamos a reforzar matemáticas en los niños–. Las vacaciones están aquí, más de dos meses para la mayoría de los niños que ven con alivio momentáneo el fin del curso escolar mientras sus padres, que no tienen los mismos meses de vacaciones, calibran hasta qué punto es bueno que sus hijos hagan algo de refuerzo o se dejan llevar por esos consejos bucólicos de que el verano es tiempo de aprender de los atardeceres en el mar, las manualidades, las visitas a los museos, y las charlas familiares con los abuelos. Como si no pudieran ocurrir las dos cosas. Como si no estuviera comprobado que los niños que no ejercitan nada su cerebro con alguna tarea sistemática relacionada con el colegio llegan a septiembre en peor forma.

Como estamos en plan antipático y tenemos ya cuatro veranos de Smartick a nuestras espaldas, pasamos a atacar las excusas habituales.

1. Quiero que estén jugando fuera el máximo de tiempo. Y nosotros. Pero es que Smartick son 15 minutos. ¿Qué es eso en todo un día?.
2. Se ha esforzado mucho y quiero darle un descanso. Nuestros hijos nos imitan, absorben nuestra energía. Si trasmitimos que Smartick es algo que, pese a que a veces sea duro, merece la pena, entenderán que la continuidad es fundamental. No hay mejor premio que el reconocimiento al esfuerzo. Aplaude su esfuerzo en Smartick y no querrá parar.
3. Soy yo quién necesito un descanso, no quiero tener que estar lidiando también en verano. Sabemos que no todos los niños son igual de dóciles, pero en Smartick presumimos de padres y madres luchadores, que quieren el mejor futuro para sus hijos aunque a veces no sea lo más cómodo para ellos. Esta vez, somos nosotros los que os aplaudimos. ¡Gracias por vuestro esfuerzo!
4. No encuentro el momento. Pues, aunque ya sabemos que las jornadas veraniegas son más caóticas, siempre hay tiempos muertos a lo largo del día. Desde nuestra experiencia, la hora de la siesta es perfecta. Aunque la climatología es variada por todo el país, lo cierto es que son los meses de más calor y, justo después de comer, son muchos los que prefieren huir del sol y descansar un poco en habitaciones umbrías. Es una hora en la que los niños suelen ver la televisión. ¿Qué tal imponer Smartick de peaje?. O ¿por las mañanas, con la fresca, acaso no madrugan incluso más que cuando van al cole? Después de un delicioso desayuno y antes de atrincherarse en el sofá para ver los dibujos.
5. No voy a estar siempre en casa. Tenemos ejemplos de niños que han hecho Smartick hasta en unas ruinas birmanas. Entendemos que hay sitios donde es más difícil pero hoy en día hay zonas wifi en los lugares más insospechados. ¿Qué tal en un bar mientras los mayores leen el periódico? También puede ser una buena ocasión para conocer la biblioteca local del pueblo. Además, los móviles se convierten en routers y facilitan poder hacer Smartick en cualquier lugar y situación.
6. No, no se puede poner en modo vacaciones. Smartick solo permite hacer descansos entre suscripciones pero el precio del pack de verano es tan bueno que no pasa nada si están un par de semanas sin poder hacer su sesión diaria por irse a un campamento.
7. Los niños se van de campamento: Casi ninguno de esos planes suele exceder los 15 días, así que sigue mereciendo la pena apuntarlos al plan de Smartick para este verano.
8. Se van al extranjero o nos vamos todos: Lo bueno de estar en la nube es que estamos accesibles desde cualquier sitio del mundo con conexión a internet, como prueba el hecho de que tengamos ya alumnos en 100 países. O sea, que salir de las fronteras españolas tampoco es excusa. ¡Además, afortunadamente en la Unión Europea ya se ha eliminado el roaming!
9. Es que los libros de tareas de verano son muy chulos. Lo son. Lo bueno de Smartick es que ningún adulto tiene que corregir, se adapta al ritmo de aprendizaje de cada niño y nos llega al buzón un correo con el resultado de la sesión. Es cuestión de comparar preferencias, precios y esfuerzo. O incluso de hacer las dos cosas. Tienen mucho tiempo libre.
10. Es que me interesa también que refuerce la comprensión lectora. Lo hará con nosotros también. Desde hace años, en Smartick todas las sesiones acaban con una serie de problemas con unos enunciados que requieren mucha concentración para leerlos correctamente. Como efecto colateral nos hemos encontrado que los niños mejoran su comprensión lectora, así que Smartick no es sólo matemáticas.
11. El niño necesita algo más porque ha suspendido. ¿Les parece poco 15 minutos al día? Pues si lo hacen desde ya hasta septiembre, a diario, le aseguramos que los niños lo notarán. Como Smartick se adapta totalmente a cómo lo está haciendo el niño en cada sesión, es parecido a tener un entrenador personal en matemáticas que, de inmediato, se dé cuenta de las lagunas que hay que cubrir y dónde puede avanzar más.
12. Mis hijos es que están diagnosticados como altas capacidades y necesitan retos muy estimulantes. Pues aquí estamos para eso. Al igual que nos adaptamos al que necesita refuerzo también lo hacemos con quien puede ir muy por delante de su clase, con un módulo especial de problemas Estalmat.
13. Mi hijo tiene dislexia, TDAH, discalculia… También somos perfectos para ellos. Tenemos a muchos niños desde hace años con dificultades de aprendizaje que mejoran con nosotros.

¿Se os ocurre alguna excusa más? Pues aquí estamos para contestar. Y, sí, 15 minutos de matemáticas al día permiten que luego se pueda jugar mucho al Marco Polo en la piscina, hacer puzles, ver películas o atardeceres en la playa, leerse las obras completas de Harry Potter, Tea Stilton y los Futbolísimos, jugar al ahorcado, al Cluedo, echar carreras por la orilla, montar en bici, pintar paisajes, recoger conchas, coger olas, jugar al tres en raya, al Quién es Quién, al Monopoly, al Trivial, hacer intentos de leer el periódico y debatir entre todos….Vacaciones. Pero hay padres que trabajan. Y que están encantados sabiendo que sus hijos estiran el cerebro este verano durante 15 minutos al día con Smartick. Ah, y hablando de excusas, en la nevera de casa se ha hecho fuerte un lema:

Sé amable, trabaja duro, no hay excusas.

Para seguir aprendiendo:

• Gamification y Formación: Smartick en Jugokratia
• La constancia tiene premio: camisetas Smartick
• Trome Perú: Matemáticas online para aprender en verano
• ¿Por qué Smartick no coge vacaciones?
• Smartick: una de las mejores apps educativas del verano

La diversión es la forma favorita de aprender de nuestro cerebro

Diane Ackerman

Smartick ayuda a tus hijos a aprender de manera divertida

• 15 minutos diarios
• Se adapta al nivel de cada niño
• Millones de estudiantes desde 2009

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Berta González de Vega

Cree que no sabe ser más que periodista y, por curiosa, anda ahora entusiasmada leyendo sobre la enseñanza de las matemáticas, de la comprensión lectora y de educación en general. Si se le hubieran dado mejor los números, puede que hubiera sido médico, como su padre y como su abuelo. Pero, además de sentirse apabullada por las derivadas, se le cruzó un reportaje de la revista Rolling Stone aquel año que pasó en Seattle. Domina el inglés y nunca pensó en las matemáticas como en el verdadero lenguaje universal. Es trotadora de paseo marítimo de Torremolinos y tiene tres hijos que coleccionaron ticks de Smartick: Pablo, Luis y Berta.

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